
La NASA ha emitido una alerta por dos poderosas erupciones solares detectadas en mayo de 2025, destacando una llamarada de clase X2.7 —la más intensa del año— registrada el 14 de mayo por el Observatorio de Dinámica Solar. Esta erupción ya causó interrupciones temporales en comunicaciones por radio en el Medio Oriente. Se identificaron nuevas manchas solares en días posteriores, lo que podría anunciar más tormentas solares.

Estas erupciones están asociadas a eyecciones de masa coronal (CME), cuyos efectos incluyen posibles daños a redes eléctricas, errores en sistemas GPS y afectaciones a satélites de comunicaciones. Una de las CME alcanzó más de 967,000 km de extensión, alterando el campo magnético terrestre y provocando condiciones geomagnéticas inestables con riesgo de tormentas de nivel G2. También podrían verse auroras boreales y australes en latitudes inusuales.
Este aumento de actividad solar coincide con el ciclo solar 25, que alcanzará su máximo en julio de 2025. Aunque se anticipa que este ciclo tenga una intensidad similar al anterior, los científicos advierten que aún existe riesgo de clima espacial extremo.
Para mejorar la predicción de estos eventos, la NASA ha desarrollado un modelo que combina inteligencia artificial y datos de satélites para anticipar tormentas solares con 30 minutos de antelación, permitiendo tomar medidas preventivas.